Hace unos dos o tres años, me topé con una lista -ya saben que siempre estoy buscando listas sobre libros - acerca de las mejores novelas escritas sobre el fenómeno del Narco en Latinoamérica, donde sobresalía “Rosario Tijeras” del autor colombiano, galardonado con el Premio Alfaguara de Novela 2014, por su novela “El mundo de afuera” Jorge Franco.
Obvio, nunca la conseguí en la versión impresa -fue publicada en 1999- hasta que, gracias a Internet, la obtuve de una pequeña editorial norteamericana llamada Siete Cuentos Editorial, que la tenía impresa en una versión muy jodidita, pero al fin y al cabo, impresa en papel, como a mi me gustan.
Yo estaba interesado, porque además de la lista que los comento, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa hablaron, en esa época, antes de los premios, maravillas sobre Jorge Franco.
En fin, obviando, la conseguí, la leí de un tirón - como presume Vargas Llosa, el durante un viaje, yo, en mi bibliocasa- porque es una fascinante novela de apenas 165 páginas, perfectamente narrada y que no le falta ni le sobra nada.
Yo me esperaba una novela llena de balaceras, torturas, narcos colgados en los puentes, cuerpos decapitados, derramando acción y sangre en cada una de sus páginas, y para mi sorpresa, me topé con una historia de amor.
Rosario Tijeras, la personaje, si es producto del ambiente violento de Medellín en los 80´s. Violada a las 8 años, inmersa en un mudo de pobreza y violencia, con una madre que era todo menos eso, se convierte en prostituta de lujo y en asesina, pero como nunca acepta hablar de sus vueltas, ni con su novio Emilio, ni con su mejor amigo, narrador de la historia, y eterno enamorado, Antonio, el autor nos evita sumergirnos en un mundo de sangre y dolor, pero eso sí, sin escatimar ofrecernos el contexto en que se vivía en Medellín en esos tiempos.
En fin, resulta que a Rosario le pegaron unos tiros a quemarropa cuando la besaban, y mientras se encuentra en el hospital luchando por su vida, Antonio reconstruye la historia de su amistad, la historia de amor-odio con Emilio, su vida como sicaria, con una prosa tan vivaz que vale la pena leer “Rosario Tijeras”.
hace 4 años
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