Las cuatro piezas reunidas en este volumen son lo más cercano a unas memorias que Juan Benet, muy reacio a este género, llegó a escribir nunca. Conforman, de hecho, una pequeña galería de retratos en los que el humor se alía con un sorprendente poder de evocación, dando como resultado un libro singular y amabilísimo, tras cuyo divertido anecdotario se esconden algunas claves importantes para conocer el sustrato cultural a partir del cual germinó la vocación literaria de Benet y el territorio por el que se abrió paso. Texto establecido a la luz de la versión mecanoscrita del autor. Incluye el ensayo «Las memorias negadas de Juan Benet» (2001), de Antonio Martínez Sarrión.