He leído “noches blancas” tal vez unas tres veces mínimo. A nivel anímico, siempre me ha provocado tristeza, compasión, desasosiego, rabia por el temperamento tan tibio del protagonista, su falta de resiliencia y su inmadurez, sí, inmadurez, sin autoestima, aislado del mundo, viviendo en una ensoñación excesiva, no está consciente de la realidad, para mí eso es muy peligroso, está bien soñar, pero no al nivel en que él lo hace. Se entusiasma fácilmente con las palabras bonitas que Nastenka le dice, y quien no, pero es por su falta de carácter y muy baja autoestima. También esta situación me provoca tristeza y lástima. Alberga esperanzas a riesgo de salir herido, defraudado, por momentos me daba miedo de que pensara en el suicidio. Creo que ya no lo volvería a leer, a pesar de que amo a Dostoievski Por el lado literario, no soy experta, aclaro, es solo mi opinión, me parece una narración exquisita, llena de matices, llena de emociones, llena de ambientes varios, de aromas, de climas, que me hacen sentir que estoy ahí, en este caso en aquel puente de San Petersburgo, que no es el más hermoso precisamente, pero que, como escenario, es adecuado, se puede sentir hasta la niebla, la cercanía de los protagonistas, su plática, sus miradas
hace 1 mes