Le tenía muchas ganas pero me ha desilusionado bastante. En cuanto al tema gastronómico japones está muy bien explicado, es muy sensorial, pero te sepulta en datos sobre cómo se cocinan los platos, de dónde vienen.Si fuera un fil de Koreeda me pareceria bien, pero en una novela de "detectives" me parece innecesario. Por otro lado no hace más que soltar direcciones de calles, distritos y localidades de la zona que o bien te hacen igualmente perderte o no aportan nada a la historia. Y finalmente, entre otras cosas, la estructura de los cuentos es la misma todo el rato: llega el conocido a la taberna, expone el plato que añora, la hija lo apunta en una libreta, y en la segunda parte de dicho cuento presentan el plato y... ya está. No hay más, ni nos enseñan las vicisitudes in situ de como encontraron los alimentos, lo que sufrieron para encontrarlo, etc... menos mal que era corto.
hace 1 año
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