Demasiados imágenes oníricas, demasiadas metáforas... demasiado poético. No siempre he podido comprender todos los resquicios del universo de Laurids Brigge, tal vez fuera eso lo que pretendía Rilke, pero mi impresión como lector es que se me abre una puerta pero que no se me deja pasar al interior, solo puedo mirar desde fuera. Algunos pasajes se disfrutan con auténtico deleite, otros solo a medias, otros me resultaron del todo incomprensibles.
hace 10 años