Mejora respecto al primero, aunque sigue abusando del tema fútbol. Aún así, tenemos a un Scott mordaz, que en ocasiones recuerda a Bernie Gunter, mujeriego y encantador, que se enfrenta a un crimen en una Grecia en continua huelga por la crisis, y que tiene que resolver para salir del país. La trama engancha, y en ocasiones las salidas de Scott arrancan carcajadas. Ideal para piscina en verano.
hace 7 años