Resumen

El volumen recoge varios relatos de Robert E. Howard con cierta semejanza de fondo.: 1.Los caminantes del Valhalla, 2.El jardín del miedo, 3.El valle del gusano, 4.El túmulo en el promontorio, 5.El pueblo de la oscuridad, 6.Los Hijos de la Noche. El horror y la épica se dan aquí la mano, con un ritmo trepidante que engancha desde la primera página.

1 Críticas de los lectores

9

El primer relato que leí de Howard fue \"La piedra negra\" en \"Los mitos de Cthulhu\" y recuerdo la agradable sorpresa que me deparó aquella lectura. Luego me compré este tomo junto a \"Gusanos de la tierra\" el cuál, por fortuna, aun no he leído. El valle del gusano es un libro extraordinario. Absolutamente todos sus relatos son entretenidos y rebosan de batallas violentísimas, dioses poderosos, tribus sanguinarias y pueblos repulsivos. El primer cuento, \"Los caminantes de Valhalla\", es el más extenso y posiblemente el mejor. Es realmente impresionante la violencia de las batallas y el poderío visual, casi cinematográfico de los golpes y las heridas. Sesos dispersados, huesos atravesados por espadas, cráneos aplastados bajo el peso de martillos, etc. Hacia el final del relato un elemento sobrenatural o fantástico (hasta antes del final, era un relato de guerra y conquista y amor) se hace presente de una forma espectacular. El segundo relato \"El jardín del miedo\" es una maravilla. Trata sobre el rapto de Gundrun por un abominable hombre alado y el rescate de Hunwulf. El Hombre alado vive en un increíble castillo de piedra verde translúcida, precedido por un jardín de enormes flores de color escarlta. Hunwulf deberá atravesar ese jardín siniestro, en el cuál adivina que el papel de esas flores gigantes y ominosas, no es de mera decoración. El tercer relato, “El valle del gusano”, es imponente. Un enorme, temible y antiguo ser con forma de serpiente o gusano emerge de las profundidades de la tierra precedido por un repulsivo ser informe que toca en una especie de flauta una música asquerosa y delirante. Cada vez que este monstruo sale de su agujero, provoca una verdadera masacre y parece invulnerable. Tal vez, utilizando el poderosísimo veneno de una serpiente gigantesca, “Satha”, se podría llegar a aniquilar a el gusano terrible. El final es caótico y muy visual. El cuarto relato, “El túmulo en el promontorio” es excelente también. Un túmulo esconde el terrorífico cuerpo del Dios “Odín”, quién se había corporizado para luchar en batalla en eras antiguas junto a su pueblo. Aunque los dioses son inmortales, la carne puede morir; sólo un brote de acebo, una planta mágica, puede volver a la vida al temible Dios Odín y desencadenar así un azote tremendo al mundo. Una cruz, la cruz de San Brandon, protegerá a James O´Brien del Dios furioso. El quinto cuento, “El pueblo de la oscuridad”, relata la historia de un hombre enamorado, que espera a su “rival” en la oscura y terrible cueva de Dagón, donde moran “Los hijos de la noche”. Entre esos túneles subterráneos se sucederán batallas tremendas junto a su “rival” y su mujer amada, quiénes se unido a él para luchar contra esos seres antiguos y despiadados. El final es hermoso y no carece de emoción. El último cuento, “Los hijos de la noche”, trata también sobre esta raza deforme y en este relato queda al descubierto más aun que en los anteriores el racismo común de la época. No me interesan las opiniones de Howard sobre la raza aria, ni su superioridad, sólo me dedico a disfrutar de la manera exquisita y feroz en que narra estas aventuras, repletas de sangre, peleas, cultos antiguos, amores y honor. Una verdadera maravilla, a pesar de las ideas racistas de Howard, muy comunes en aquellos tiempos.

hace 8 años