Clásico de la ciencia ficción bastante curioso y alejado de los estándares actuales del género. Es una obra peculiar, capaz de transmitir de forma fidedigna al lector su atmósfera opresiva y su aura melancólica.
Como casi todo libro de relatos, para mí peca de irregular, ya que hay algunos que me han encantado y otros que se me hicieron más pesados, aunque en general el nivel es bueno. Lo prefiero mucho más en sus pasajes más perturbadores y de tensión, casi de terror, que en sus partes centradas en realizar analogías con la vida en la Tierra, repletas de divagaciones sobre moral, religión y/o política.
Se nota a leguas que es una obra de 1950 en su prosa, especialmente en los diálogos. En estilo es sin duda hija de su tiempo, para lo bueno y para lo malo. La actual traducción española (que data de 1995, quizá sea hora de actualizarla) no ayuda y resta más que aporta.