La trama es buena y los personajes están bien caracterizados pero al libro le faltan ritmo y acción.
hace 5 añosTres años después de que, gracias al programa de protección de testigos, su familia abandonara Seattle y se salvara por minutos de ser asesinada, Clark Hewitt se encuentra huyendo de nuevo. Pero esta vez sin los suyos consigo. Su hija mayor, Teri, que a sus quince años tiene la experiencia de una mujer de cuarenta, conduce a sus hermanos a la oficina del detective Elvis Cole, a quien le entrega un grueso fajo de billetes y contrata para que encuentre a su padre. Al principio parece un caso sencillo. A Cole no le toma mucho tiempo descubrir que Clark ha regresado a Seattle, y para cuando se lo diga a sus hijos, probablemente ya se habrá puesto en contacto con ellos. Pero todo lo que Cole encuentra son pistas que indican problemas: Clark es un drogadicto y un falsificador que ha entregado a las autoridades pruebas contra la mafia rusa, que ahora está decidida a matarlo. Pero no puede buscar la ayuda del FBI porque Clark ha vuelto a las andadas y de nuevo está imprimiendo billetes falsos. Las cosas no marchan mucho mejor en la vida de Cole. Su novia, Lucy Chenier, fiscal de Baton Rouge, está buscando un trabajo que la mantenga tan cerca de él como le sea posible, pero su ex marido ha resuelto ponérselo difícil. Cole tendrá que mantenerlo a raya, y no sólo a él sino a los federales y a la mafia rusa, en un intento por poner un poco de orden en su vida.
La trama es buena y los personajes están bien caracterizados pero al libro le faltan ritmo y acción.
hace 5 años