Dionisio, el protagonista, es un ser despiadado que nunca ha dudado de su finalidad en el mundo. Su meta es matar al mayor número de personas para completar la misión que le han encomendado: superar el número de almas alcanzadas por Satanás. Desde el inicio somos conocedores de sus ansias de sangre, así como su falta de conciencia. Su mente perturbada le recuerda una y otra vez que sólo debe quedarse con las almas de sus víctimas, sin importarle su relación con las mismas. El resto de personajes son fugaces, dado que la mayoría son víctimas que va nombrando a lo largo de la historia. Las escenas sangrientas están descritas de tal manera que es imposible no imaginar el crimen que el protagonista está cometiendo. La trama es muy gore y sanguinaria, mezclando elementos místicos en algunas ocasiones, dando como resultado una historia macabra. Hay escenas en las que las explicaciones mitológicas resultan excesivas, sin embargo, en parte son necesarias para conocer el significado de su comportamiento (aunque deberían ser más breves). El protagonista narra toda la acción en primera persona, señalándonos sus motivos y su forma de ver el asesinato. Intenta hablar en varias ocasiones con los lectores, buscando empatía, A través de un idioma coloquial y actual, no emplea tecnicismos, las oraciones son simples, sin emplear un léxico complicado o culto, para ofrecer una lectura más ágil. Un libro que no debería faltar en las bibliotecas particulares, de los amantes de este género.
hace 7 años