Si te gusta el ciclísmo: leelo. Si te gusta el deporte:léelo.Si te gustan las aventuras:léelo. Si no eres aficionado a nada de esto quizás tambien te guste ya que es de lectura fácil y amena. ¿Que más se puede pedir de un libro?.

Como se ha mencionado en la anterior crítica. Este libro es para amantes de la lectura y del ciclismo o al menos de la épica deportiva. En la que posiblemente sea la última carga de un ciclista crepuscular la historia se va narrando desde el coche del equipo en base a impresiones, reflexiones como repaso de historias de un ciclista que lucha contra una muerte ya anunciada por los cronistas, como historias conocidas o incluso desconocidas de este gran deporte y sus protagonistas (e.g. Petit-Breton, Bahamontes, el primer ascenso al Tourmalet hace más de un siglo...). Para mí, el gran logro de este libro es sumergirte tanto en la etapa y sentir tal empatía por el protagonista que acabas sufriendo como él, deseando que la tortura termine.

Este libro tiene sentido y se disfruta para todo aquel que cumpla dos requisitos, primero que le guste la lectura y segundo que le guste el ciclismo. Sin estos dos ingredientes ni entenderás el libro ni tendrás paciencia para leerlo. Si es tu caso como el mío que sí me gustó, comprobarás cuando lo leas que es una aventura hacia un reto, hacia el vencimiento de tí mismo, en un plano físico, pero antes y durante debes de ser fuerte psicológicamente para aguantar, para seguir, para reventar si llega el caso, y es como si llegara porque ahí vas a estar, reventando...