"Pero ha menester que mencione ya la palabra. Culpa. Sí, eso es lo que siento. Culpa por aquello que sentí e hice, culpa por lo que tú consentiste. Una culpa tan atroz que mi sombra se desvanece sin remedio entre las sombras de un bosque nevado en el que tú eres la sombra esquiva..." En este tono de alta literatura, y mientras los lectores sienten los latidos de la poderosa prosa de García Sánchez, es en el que se desarrolla la desgarradora carta de amor que Carolina von Günderrode escribe a su amiga Bettina. La maestría de la envolvente prosa poética del autor se eleva, en esta pequeña obra maestra, muy por encima de toda una generación de escritores que han hecho de la pasión su tema favorito. Es de la pasión, terrible, sublime y desesperada de lo que trata esta novela ambientada en plena desintegración de Prusia bajo las tropas napoleónicas. La atormentada Carolina van Günderrode, musa privilegiada del romanticismo alemán, amó secretamente a la extravertida y vitalista Bettina. Y ese inaccesible objeto del deseo la consumió lenta y obsesivamente durante años.Con la pasión literaria a la que nos tiene acostumbrados, Javier García Sánchez trazó un antes y un después en la narrativa en lengua castellana cuando publicó La dama del Viento Sur. Pues bien, nos atrevemos a considerar esta breve pieza maestra más terrible y tan intemporal como la mejor de sus obras. Esta novela está enclavada en un tiempo concreto pero tiende a la intemporalidad. La mejor prueba de ello se encuentra en la primera página, y en la segunda y en la tercera...