Novela larguísima e irregular. Tiene párrafos extraordinarios enterrados en páginas y más páginas tediosas. Leerlo es como ser un minero, picar duro durante días para encontrar repentinamente una gema valiosísima. Wolfe es un genio de la prosa, muy lírico, y retrata muy bien la psicología de su personaje, que es él mismo. Trata del paso de la juventud idealista y apasionada a la madurez desencantada y nihilista. Aunque he tratado de ponerlo en el contexto de la época en que fue escrito, su nacionalismo estadounidense llega a molestar y raya el supremacismo ario o anglosajón, en el que los "americanos" solo son los blancos protestantes y el resto son negros, irlandeses, griegos, judíos, etc. Incluso visita Francia y las francesas le parecen "demasiado morenas" para su gusto...
hace 4 años