La literatura fructifica en las fronteras. Y en Click aparecen algunas: la fantaciencia (una especie de ciencia-ficción aplicada al presente); el estado límbico en el que habita el personaje, a medio camino -especie de gato de Schrödinger- entre la vida y la muerte; la linde siempre borrosa que separa la literatura de la vida... Imaginemos un Moby Dick en el que se hubiese sustituido al terrible capitán Ahab por otro personaje sacado de la propia obra de Melville: Bartleby, el escribiente. Entonces tendríamos una imagen aproximada de Quisque Serezádez, el protagonista de esta novela. Lo que perseguirá Quisque, sin embargo, no será ningún monstruo marino, sino la belleza. Vivianna (la muchacha adolescente), Estela (la astrónoma), Mymmi (la actriz porno), Inga (la modelo), Sónica (la periodista)... nueve mujeres que serán las musas inspiradoras de la escritura peligrosa del seductor -a pesar de sí mismo- que es Quisque. Un Quisque (estadístico, colaborador de la revista Zienzia, "amante del amor", guionista) que teje y desteje la memoria personal en la simultaneidad que otorga la vecindad con la muerte. La belleza, su búsqueda, su proximidad con lo terrible, he ahí las coordenadas esenciales de esta novela. En el fondo, quizás Quisque sólo pretenda responder a una pregunta que podría formularse de la siguiente manera: ¿Qué tipo de historias se contarán en el infierno?