Un brutal asesinato de una joven, cometido treinta años atrás, es el punto de partida de “Caso abierto”. La víctima, Laura, era la hermana mayor de Cindy, ya fallecida esposa del detective Jonathan Stride. El caso se reabre tras el regreso a Duluth de Tish, mejor amiga de Laura, que descubre nuevas pruebas y pretende escribir un libro para honrar a su amiga de la adolescencia. La muerte de otra joven, y la posibilidad de que ambos casos estén conectados, lleva al teniente Stride a volcarse con una investigación que le hará reabrir viejas heridas. “Caso abierto” vuelve a reunir a la pareja formada por Jonathan Stride y Serena Dial en un caso muy doloroso e intenso para el detective de la policía de Duluth. Así, su personaje está muy desarrollado desde el punto de vista psicológico, lo que siempre es un punto a favor en los thrillers. Freeman consigue, por otro lado, hacer de Duluth un elemento clave en la novela. La atmósfera de esta ciudad es muy sombría y tenebrosa, y proporciona el marco ideal para una historia tan angustiosa y opresiva. En definitiva, “Caso abierto” es una novela oscura, atrayente y muy bien culminada. (Ana Rayas, 26 de febrero de 2019)
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