Hace muchos años me regalaron un libro de Paul Auster y no me dijo nada, pasó sin pena ni gloria. Por lo que, a pesar de ser un escritor aclamado, nunca leí ningún otro de él. Me decidí a leer éste, el último que escribió antes de morir, dar otra oportunidad porque también es verdad que han pasado más de 15 años desde entonces, yo ya soy otra y llevo muchas más lecturas a mis espaldas. Y me ha gustado mucho. Es un libro melancólico, pero también tiene un punto de luz. Baumgartner es un personaje entrañable. Y tengo que decir que me ha encantado la forma de escribir de Auster, existencialista y con multitud de reflexiones interesantes. Muy destacable el arranque, cómo sabe narrar una escena cotidiana de la vida, creando interés e incluso alguna carcajada. En definitiva, es un libro triste pero bonito a la vez.

Historias de personajes anodinos, muy poco interesantes. Un relato insustancial, pero bien escrito, que se transforma en aburrido al no generar expectativas por lo que seguirá.

“Vivir es sentir, dijo para sí, y vivir con miedo al dolor es negarse a vivir”. Baumgartner (en alemán, jardinero de árboles) es un escritor y profesor universitario, un filósofo de 71 años, que perdió a su mujer Anna, poetisa sin publicar, hace 9, a la que adoraba. Es una especie de crónica de su día a día en soledad, en la que se mezclan asuntos de su vida cotidiana, con los recuerdos de su querida esposa. También cuenta un romance que tiene con una señora 16 años más joven que él. Pero lo que le hace rejuvenecer de verdad y ponerse las pilas, es la llegada de Beatrix, una joven estudiante de 27 años que quiere hacer una tesis sobre los poemas inéditos de su querida esposa Anna. Los temas principales son cómo vivir con el duelo, la soledad, la vejez, cómo amar en las diferentes etapas de la vida, la amistad con un personaje que va a ver el contador de la luz; también habla de sus antepasados judíos, del Holocausto. Una novela, delicada y profunda, en la que se aprecia el buen hacer del autor. Un libro estupendo. (7/9/2024)

Por desgracia, última novela de un grandísimo autor. Se aleja un poco de su temática habitual para encarnar a un hombre mayor que añora a su difunta esposa. La sensación de nostalgia te acompaña durante todo el libro. Una lectura recomendable y digno cierre de la carrera de Auster.

La ultima novela del autor. Discurre con afabilidad, rememora la vida de Anna, su difunta mujer. Toda la novela es un monumento, un vivo recuerdo de ella, que pierde de una manera fulminante, de la misma forma que termina su obra: empieza el último capítulo de la historia de S. T. Baumgartner. Y nos deja, al menos a mí, con un palmo de narices al morir en octubre de 2024.