AÚN ES DE DÍA

AÚN ES DE DÍA DELIBES, MIGUEL

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Nota media 8,17 Muy bueno 12 votos 1 críticas

Resumen

Tras obtener en 1947 el Premio Nadal con "La sombra del ciprés es alargada", Miguel Delibes consolidó su prestigio al publicar "Aún es de día", una sombría historia realista que se revela, al mismo tiempo, como una hermosa y esperanzadora fábula. Su protagonista, Sebastián Ferrón, vive con su madre y con su hermana menor en una casa destartalada y ría de un barrio de la ciudad. Dependiente de ultramarinos, sueña con llegar a trabajar en unos grandes almacenes. Con su prosa limpia y escrutadora que alterna la descripción de ambientes enrarecidos con sutiles pinceladas del mejor humor, Miguel Delibes nos presenta una galería de personajes desengañados y brutales que viven entre la miseria, el alborozo y la sordidez. Frente a todos, Sebastián deja de ser el hombre feo y acomplejado para, remontándose sobre la opacidad de la tristeza, llegar, aún de día, a la luz.

1 Críticas de los lectores

9

Muy buena novela, muy agradable de leer de principio a fin, sin altibajos ni momentos tediosos. "Marca" Delibes. Considera Delibes que esta novela es "un trabajo de principiantes" -lo es, realmente, pues es su segunda novela- y, ni ésta, ni "La sombra del ciprés es alargada", premio Nadal 1947, son de su gusto. En esta edición de Destino 2010, han añadido como indica la Editorial, en letra cursiva y entre corchetes, las partes que en su momento habían sido censuradas para que podamos apreciar hasta qué extremos llegó la estupidez del censor de turno, pienso, pues quitando un largo párrafo que, censurado, dejaría al lector un poco perplejo pensando ¿¿¿??? entre el antes y el después de dicho párrafo, lo demás son algunas líneas aisladas o cortos párrafos que no les encuentro ningún motivo religioso, político o moral, para ser censuradas. Absurdo. En cambio, como dice Delibes en su nota previa a la novela, él sí ha omitido algunas palabras y expresiones soeces y de mal gusto que había incluído en su primera edición como carnaza para la censura. Y para los lectores, añado yo, para servir de cebo.

hace 10 años