Pérez-Reverte pierde la oportunidad de describir mejor el Madrid Galdosiano (sin duda pecado de juventud) como sí hace con Cádiz en su último libro "El Asedio".
La novela se queda en un quiero y no puedo y promete mucho más de lo que cumple. Deja el sabor agridulce de lo que hubiera escrito con mas experiencia sobre el apasionante Madrid de la época y sus gentes.
Más de la mitad del libro se hace pesado, demasiada tertulia política -solo interesante para aquellos con vastos conocimientos de historia- y poca trama.
De lo más flojo que he leído del de Cartagena, el maestro, sin embargo comienza a sentar las bases de lo que serán los personajes más puramente Revertianos.