¿Va a arder París, nuestro París, por una bacanal?, se preguntaba Rubén Darío, en 1893, en su primer viaje a la Ciudad Luz, cuando asiste atónito a la represión de los estudiantes en el Barrio Latino. París, capital del siglo XIX y meca de poetas, que le deslumbra a su llegada y termina decepcionándolo, será presencia ineludible en sus artículos periodísticos.