Un acto de maldad” sigue la estela de otras obras de Elizabeth George protagonizadas por Thomas Lynley: cada detalle tiene su razón de ser, pues la autora pone mucho mimo en cada una de sus novelas. Como suele ser habitual en las novelas de George, “Un acto de maldad” es extensa, pero no pesada de leer. De hecho, la autora tiene la virtud de conseguir que sus obras se hagan cortas. Ello se debe, en buena medida, a que logra aproximar los personajes al lector de una manera que no todos los escritores de novela negra consiguen. George hace que te intereses por los personajes y que te importen sus problemas. Por otro lado, la autora cuenta – además de con el inspector Lynley – con un buen surtido de personajes secundarios que salen a la palestra cuando se les requiere. En esta entrega adquieren un acusado protagonismo tanto su compañera, la sargento Barbara Havers, como los vecinos de Barbara, ya que la trama gira en torno a la desaparición de la hija de estos últimos. Asimismo, esta edición de la saga cuenta con el atractivo de un escenario como Lucca, ciudad de la Toscana en la que transcurre buena parte de la trama. Y también con la aparición de un nuevo personaje: el carismático inspector Salvatore Lo Bianco, homólogo de Lynley en Lucca. Las obras de Elizabeth George siempre cuentan con un cuidado tratamiento de los personajes y los escenarios, así como una trama muy trabajada. Por todo ello, raramente defraudan. (Ana Rayas, 28 de octubre de 2014)
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