Tomás Gordeieff, hijo de un armador con pocos escrúpulos enriquecido a las orillas del Volga a mediados del XIX, se echa a la vida con la avidez de un niño. Del encantamiento por los cuentos infantiles, de boca de su tía Antheísa, pasará con los años a la tangible realidad de los hombres de acción, industriales como su padre y su padrino Maiakín, exponentes de una nueva clase social en ascenso en una Rusia todavía campesina. Casi adolescente se incorpora a las travesías fluviales, donde asiste conmovido al esfuerzo del trabajo físico y a la lucha por la supervivencia. Descubrirá el amor, el sexo por dinero, la muerte, la bebida, el vértigo de las experiencias extremas… Contradictorio y apasionado, buscando denodadamente el sentido de la realidad y de su vida, Gordeieff irá alejándose de su prójimo, al que no comprende, y percibirá con claridad meridiana el absurdo de su posición y de quienes, enloquecidos por amasar grandes imperios, dejan el camino cuajado de servidumbres y explotación, falsedad y crímenes. Tomás Gordeieff es una clarividente encarnación del héroe moderno, que acaba por sentir, con hastío y aburrimiento, el sinsentido de las vicisitudes humanas. Rubén Darío, con magistral pulso y sin decaimiento en su talento para el idioma, volcó al castellano esta novela poco después de su publicación.