Una ingeniosa vuelta de tuerca a la novela negra clásica. Una detective tan carismática como singular, un crimen enigmático y un escenario que parece haber sido diseñado por Donald Trump configuran la novela policíaca más original y ocurrente de los últimos años. Nueva York, en Colorado, poco tiene que ver con la gran capital que nunca duerme. Más bien es un lugar aburrido, entre montañas donde, por no llegar, no llega ni la wi-fi. Allí ha sido desterrada la teniente de policía Agatha Crispies con la esperanza de que su peculiar manera de manejar los casos policiales no genere más problemas de los necesarios. Pero ¿qué delitos podría haber en un pueblucho polvoriento de la América profunda? «Con suerte... ¡ninguno!» piensan sus superiores. Pero el destino está a punto de echarle una mano a esa policía con aspecto de Whitney Houston tras una dieta hipercalórica. Servidora infatigable de la ley, adicta a los donuts de chocolate y a organizar clubs de lectura, nuestra heroína tendrá que desplegar todo su singular talento para aclarar la misteriosa aparición de un cadáver mutilado en una bañera. Pero el caso no tardará en complicarse todavía más y la intuitiva Agatha tendrá que valerse de todos sus recursos como investigadora para resolverlo antes de que lo haga el obtuso y machista sheriff McDonald, quien también pretende apuntarse ese tanto. Con su ingenio característico, Romain Puértolas nos ofrece una espléndida historia de misterio que combina de manera magistral la intriga y el humor.