Los grupos de animales toman decisiones conjuntas, comunicándose entre ellos mucha información por medio de actitudes, sonidos, gestos... cuando los humanos evolucionamos hasta emplear el lenguaje para compartir información, este otro sistema de comunicación social no desapareció. Las investigaciones del profesor Pentland demuestran no solo su existencia, sino también que este tipo de información tiene tanto valor para nosotros que incluso prevalece sobre la información lingüística, aunque no seamos conscientes de ella. Este libro cuenta cómo el MIT ha desarrollado herramientas y métodos para medir estas señales y convertirlas en información manejable. Con ella pueden establecerse patrones de comportamiento y predecirse conductas individuales y de grupos. Señales honestas es el resultado de una disciplina nueva y emergente, llamada ciencia de las redes, que intenta entender a las personas en el contexto de sus redes sociales en lugar de considerarlas como individuos aislados.