Guadalajara, plena Guerra Civil. Los milicianos no dan crédito con la tropa que acaba de irrumpir en el campo de batalla: treinta aldeanos, todos dignos de un psiquiátrico. Entre ellos el Susto, el Bombetas, la Maruja, el Niño Cantor, el Oscuro, la Cucaracha… Si no fuera por Sandalio, el aparente mudo y tonto del pueblo que va junto a ellos en busca de su madre desconocida, y el extraño anciano -y sus dos ratas, las dos Marías-, la aventura, mezcla de horror, comicidad y estupefacción, no habría sido lo mismo.