Entre agosto y noviembre de 1888, siete mujeres fueron asesinadas en el barrio londinense de Whitechapel; la crueldad de sus muertes despertó el pánico entre los habitantes de la ciudad y dio lugar a la leyenda de Jack el Destripador. Durante más de cien años, la identidad de este asesino ha sido considerada como uno de los enigmas más famosos de la historia, existiendo un sinfín de teorías que han apuntado, entre otros posibles autores del crimen, a un miembro de la realeza, un artista, un barbero, un doctor y una mujer. Patricia Cornwell decidió iniciar una investigación sobre el misterioso asesino aplicando la rigurosa disciplina de un análisis policial actual y aportando técnicas desconocidas en la época victoriana. Para ello, examinó todas las evidencias físicas disponibles-miles de documentos, cartas e informes, huellas dactilares, fotografías de las escenas del crimen y artículos periodísticos de la época- llegando a la conclusión de que, tras el nombre de Jack el Destripador, se ocultaba Walter Sickert, un pintor fascinado por los bajos fondos londinenses. Aplicando sus conocimientos sobre investigación criminal y analizando la vida y obra del famoso artista británico, la autora presenta las circunstancias vitales que lo convirtieron en el psicópata que, durante décadas, tuvo en jaque a la sociedad británica. Patricia Cornwell ha escrito un libro que posee el atractivo que le confiere su autenticidad y que se lee con la misma fruición que cualquiera de sus novelas protagonizadas por Kay Scarpetta.