Los cuentos de hadas -"Caperucita roja", "Cenicienta", "Blancanieves", "La bella durmiente", "Hansel y Gretel"...- ejercen una función liberadora y formativa para la mentalidad infantil y la dotan de apoyo moral y emocional. Al identificarse con los mismos personajes de los cuentos, los niños comienzan a experimentar por ellos mismos sentimientos de justicia, fidelidad, amor, valentía, no como lecciones impuestas, sino como un gozoso descubrimiento, como parte orgánica de la aventura de vivir.