Truman Capote definió el miembro de Porfirio Rubirosa como una macana café con leche de once pulgadas, tan gruesa como una muñeca de hombre, Carismático, osado, pendenciero y vividor, el playboy dominicano tuvo una vida de película. Buscavidas en las callejas de Santo Domingo y en el París de los años 20, permaneció fiel a su espíritu cuando el destino lo llevó a lo más alto de la jet set internacional. Boxeador, piloto de aviones, corredor de FI, polista, buscador de tesoros y, siempre a 1a sombra de Trujillo, embajador en varios países a lo ancho y largo del mundo, conjugaba el desparpajo del pillo con los modales, la elegancia y el savoir faire del diplomático. Casado cinco veces, ha pasado a la historia como el único y último playboy.