Max Béker, agente antidroga fallecido en acto de servicio, aparece en Penitentia, la megalópolis donde residen millones de almas con el propósito de expiar sus pecados. Dispuesto a redimir los suyos y escapar de este purgatorio donde solo van a parar criminales, Max debe colaborar en la investigación de la muerte de Simón Noret, uno de los jueces que la inflexible autoridad de la ciudad emplea en secreto para impartir justicia y decidir quién se salva y quién se condena para la eternidad.