Inteligente y ultrasofisticada, la jueza Gabriela Aldama es una rara avis en los Juzgados de Plaza de Castilla. Procedente de una acaudalada y conservadora familia madrileña, Gabriela, destaca entre sus colegas por su voluntad de independencia y de hacer las cosas a su manera, precisamente las mismas razones que le han convertido en uno de los miembros más inclasificables y exitosos de la clase judicial. Siempre en el punto de mira y permanentemente criticada, la jueza se enfrenta a uno de los casos más complicados de su carrera: el asesinato de una pareja de desconocidos de origen árabe. Durante la investigación, Gabriela tendrá que exponerse y arriesgarse hasta el límite.