De la antigüedad grecorromana o el Imperio bizantino a nuestros días, desde París, capital por excelencia de las artes en la Vieja Europa, a Nueva York, capital de las imágenes contemporáneas, viaje en el tiempo y en el espacio, este libro es, en realidad, una suma de tres: en el primero se habla del papel fundamental de la noción clásica del otium en la cultura como liberador de las energías del corazón; en el segundo se habla del arte contemporáneo y sus extravíos, y en el tercero del arte cristiano. Panfleto erudito, inteligentísimo y certero contra el entertainment y el sustituto frívolo que tantas veces han propiciado las «políticas culturales» defensor a ultranza de la belleza y de la más noble y rica tradición civilizadora europea, este libro es fino azote del desierto globalizado al que nos querrían conducir la banalización y la industria de la imagen.