La novela Operación maletín es la que inicia una serie de novelas cuya protagonista es Candela Luque, una joven malagueña que abandona la casa familiar para vivir su propia vida. Estaba trabajando como administrativa en el llamado entonces, Ministerio de Gobernación y se presenta a una convocatoria aparecida en el BOE, en la que solicita voluntarias entre las funcionarias de Gobernación para llevar a cabo una experiencia piloto con el fin de incorporar a la mujer a los Cuerpos de Seguridad, para saber si son capaces de realizar ese trabajo.
La novela es fantástica, al menos a mí me lo ha parecido, porque trata, además del tema policíaco que es impecable, del papel de la mujer en la transición, y en concreto en la Policía.
Es fascinante dejarte llevar por los problemas de Candela, una mujer de armas tomar, aunque ella no sea consciente de ello, de los problemas de acceder a un mundo laboral solo de hombres, en el que los desprecios, excepto alguna contada excepción, son continuos, y encima digamos que se convierte en baluarte y referente, así que no puede fallar, y sobre todo no quiere fallar.
Ella vivía en su mundo de administrativa en el Ministerio, y no entendía porqué existía el rechazo a su persona, hasta que llegó a la Brigada, y pudo ver desde dentro un sistema corrupto, un sistema dictatorial en el que todos los chanchullos valen, y en el que la tortura y las detenciones estaban al orden del día, y entonces entendió porqué la evitaban, y ella misma se siente asqueada por pertenecer a ese sistema, y cuando ve que no hacer nada, y chillar y denunciar es lo mismo, toma la única decisión ética en ese mundo. Largarse de allí.
Otra cosa a destacar, es la situación caótica entre los diferentes cuerpos de seguridad, la nula comunicación que existía, y por la que escapaban muchos delitos y delincuentes.
La situación social y política está perfectamente descrita, sin agobiarnos, sin excesos, ligero, creíble envolvente…
La parte de Alicia, la víctima, también la vivimos intensamente, sus últimas horas, sus miedos, su ambición, todo. O sea se viven las acciones dos veces, una en la piel de la víctima y otra en la de la investigadora, pero para nada resulta pesado.
Qué más decir, una novela policíaca clásica, con diálogos rápidos y chispeantes, personajes fuertes y bien caracterizados y lo dicho unos ambientes perfectamente trazados. Se lee bien, rápido y con satisfacción.
Resulta además muy recomendable para saber de donde venimos, y lo que hemos logrado en estos años.
hace 10 años
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