Son seis relatos en los que predominan los personajes femeninos, personajes decadentes en continuo conflicto psicológico y marcados por la frustración vital y la extrema pasión física y emocional, obsesionados por el sexo y hasta con atisbos de locura. Abre el libro la historia de dos solteronas obsesionadas por la muerte y viviendo juntas y desgastándose la una a la otra en un equilbrio de estilo noble y vulgar a la vez. Donde podemos ver a un personaje grotesco es el relato de la principessa Lisabetta von Hollensaltz-Casalinghi ue se pasea desnuda y muere pensando en el sexo de su marido. El más jocoso es "La señorita Coynte de Greene", treintañera que va, como la mantis religiosa, sorbiendo la vida de sus amantes; es insaciable. "Sabbatha y la soledad" es "la artista más disoluta desde Isadora Duncan", cuenta de forma brutal lo efímera que es la fama, pudiéndote olvidar de la noche a la mañana. SE prepara para morir sola como Chetterton. "Completada" es el relato de lo absurdo. La señorita Rosemary McCool va a celebrar su entrada en sociedad y aún no le ha bajado la regla, pero no se preocupen, encuentra a alguien tan raro como ella. El último relato es una ensoñación de la merte que, liberadora, canaliza y hace efectivos todos tus deseos. Williams utiliza un lenguaje procaz que no a todos les suena bien; en mi caso, encuentro que lo hace con su pincelada de humor llegando a ser sarcástico.Son relatos cortos que se leen muy bien. La verdad es que me lo he leído de una atacada
hace 10 años