Las hermanas Riley y Alice han dejado atrás su infancia, pero siguen conservando la pasión por Fire Island, la peculiar isla donde siempre han veraneado junto a sus padres. Riley, tenaz y valiente, trabaja como vigilante en la playa y parece haber entrado en la veintena sin abandonar el espíritu combativo de la adolescencia. Alice, por el contrario, es pausada y dulce, encantadora y, por encima de todo, adora a su hermana mayor. Desde siempre, junto a ellas ha estado Paul, el vecino de la gran mansión que les oculta la vista al mar, amigo trascendental para las dos hermanas. Su regreso, después de varios veranos de ausencia, marcará un antes y un después en la vida de los tres jóvenes. Y cuando Alice y Paul se dejen llevar por la atracción que siempre han sentido el uno por el otro, habrán perdido para siempre, sin quererlo, el verano de su infancia.