«Una gran pirámide transparente destellaba luces hirientes, ofensivas, de colores cambiantes y trenzados. De todos los colores y de ninguno, en realidad. Destellos, sólo destellos, como gritos de luz que viraban desde el color del agua hasta el color del oro.» Héctor Nefelibata descubre que puede caminar sobre las nubes, posarse sobre los cirros y dejarse llevar por el viento... Sin embargo, ninguno de sus amigos le cree cuando les cuenta su magnífica aventura y se mofan de su fantasía. No quiere embaucar a nadie y decide no hablar más de su hermosa experiencia, pero sí practicar muchas veces más esa encantadora forma de viaje. Un día, tumbado sobre una nube en plena borrasca aparece en una isla donde los colores parecen amedrentados, sin definición...