No es sólo Gonzalo de Berceo el autor más representativo del grupo de escritores que forman el llamado Mester de Clerecía, sino que es también el primer escritor en lengua castellana que llega hasta nosotros con nombre y apellido. Del conjunto de sus obras sobresalen los Milagros de Nuestra Señora, colección de veinticinco Milagros precedidos por una introducción alegórica en los que se recogen las tradiciones más vigorosas y populares del s. XIII. La importancia de la obra, que sigue seduciendo al variado lector contemporáneo, reside, entre otras razones, en el hecho de que forman un verdadero libro con estilo y sentido unitarios. Gracias a su sencillez y a su frescura, estos relatos piadosos, nacidos en su día con el propósito de conmover a los fieles y despertar su devoción, mantienen todavía su ingenuo encanto y perviven con inusitada fuerza.