Andrea no soporta que su prima Carolina lo haga todo bien. Cada verano que pasa en su casa, se encarga de recordarle lo perfecta que es. Esta vez, a Andrea se le ocurre una idea: asustará a su prima contándole que un fantasma de ojos rojos se pasea de noche por la casa. Pero ¿quién sabe?, tal vez Carolina no sea la única que se asuste.