En el s.XIII, un joven dominico es testigo de en intrigas y traiciones en las cortes europeas. Martín ingresa en la religión dominicana. Viaja hasta Roma, donde traba amistad con Antonio del Sasso, cuyo particular modo de contemplar la religión y la curia son causa de discusión entre ambos jóvenes. Juntos son testigos de intrigas y enfrentamientos entre el papado y el poder de reyes y príncipes; viven en Sicilia las Vísperas Sicilianas, cuando Pedro III el Grande decide conquistar el reino que pertenece a su esposa. Martín es enviado a un monasterio de monjas dominicas, donde se siente atraído por la personalidad de la abadesa, con la que mantiene una apasionada relación amorosa que acaba trágicamente.