Publicada dos años antes que Alicia en el País de las Maravillas, Los niños del agua se ha confundido a menudo con un relato meramente infantil aunque, al igual que la novela de Lewis Carroll, supera con creces cualquier barrera de edad. Adaptada al cine por Walt Disney en 1935, narra la historia de Tom, un deshollinador de 10 años, explotado cruelmente por su amo Grimes, que cae por la chimenea de una casa de campo a donde ha sido llevado a trabajar. El accidente provoca un enorme revuelo y Tom huye hacia un estanque en el que, aparentemente, se ahoga. Pero no muere y se transforma en un niño del agua, que deberá madurar con la ayuda de las hadas y las criaturas marinas hasta convertirse en un nuevo ser más libre y responsable. Kingsley introduce en la novela todos los asuntos de la vida que le interesaban: Con una arquitectura sorprendente, intenta entablar un diálogo con el lector en el que todo es posible gracias a la fantasía. Indaga en la naturaleza como reflejo de la realidad divina y aporta algunas ideas respecto a la degeneración de las especies que tardarían más de un cuarto de siglo en ser aceptadas. En 1889 se publicó una edición especial ilustrada por Linley Sambourne con dibujos tan fantásticos, inquietantes y sorprendentes como el texto. Todos ellos se han incluido, por primera vez en España, en este volumen.