"Si la sociedad actual está sin valores es porque han logrado intoxicarla pervirtiendo su lenguaje o, lo que es lo mismo, deshumanizando al individuo". Ésta es una de las conclusiones a la que llega el protagonista de esta historia, un psiquiatra que en el ocaso de su vida decide publicar sus estudios sobre enfermos con una característica en común: escriben poesía. Nuestro protagonista, a través de los poemas de sus pacientes, estudia el comportamiento de los cuerdos mientras descifra las metáforas de los que no lo son y escucha el latir de la sociedad en el ritmo de esos versos. Ésta no es la historia de un galeno que utiliza la ciencia médica para curar a los que acuden a él, sino la aventura, cómica a veces, otras trágica, de alguien que desea saber algo de sus semejantes a través del lenguaje que utilizan.