Una prosa exquisita para un libro del género fantástico muy correcto. Con lo anterior me refiero a que tiene todos los componentes que se esperan, combinados en una forma muy equilibrada y que, por ende, producen una lectura muy placentera. Sin embargo y por lo mismo, me quedo con la sensación de que la autora utilizó una receta ya probada, que en general funciona, pero no impacta. Me faltó esa chispa que algunos autores, por más usada que esté la temática, logran imprimirle a sus historias ya sea a través de personajes, situaciones, intrigas… que hacen estremecerse mientras se lee y se avanza en la trama. Por el contrario, “Loba” va de más a menos… un inicio muy prometedor que se va desinflando ostensiblemente hacia la mitad del libro, dejando como sustento sólo la riqueza narrativa de la autora y un bello uso del lenguaje.

Loba, un nombre muy pretencioso para el libro, pues no solo es el apodo de la protagonista, quién es la hija primogénita e iniciadora de una maldición; su padre el rey nunca podrá tener hijo varón, por lo tanto su estirpe se perderá y su reino decaerá, adiós a los Lobos (nombre con el que se denominaban). Además de todo esto, la palabra en si es fuerte, poderosa, expresa lo que esta joven quiere llegar a ser… tristemente lo que me temía, este libro sería una versión más madura de la historia de Disney “Valiente” y no andaba tan perdido, ambos personajes comparten el cabello rojo (¿rara coincidencia? o trae algún significado de fondo ¿alguna historia rara de la edad media?) y muchas otras manías. En un mundo medieval que suena bastante a Eurasia se encuentran 3 distintos reinos, con pobladores diferentes: Alosna tierra de los magos, quienes aún conservan el vínculo con los animales y representan un gobierno vigilante, donde no es necesaria una monarquía, un rey, un líder, tan solo se necesita un mago encargado de vigilar el puente del mago para impedir el paso a extraños no dignos, puente que vincula su reino con Moriana. Moriana es la tierra de los “Lobos”, los hombres, lugar donde la magia los abandono desde hace tiempo, muchos dicen que fue desde que el rey se empecino en matar a todos los magos que cayeran en sus manos, esto a manera de venganza por la maldición arrojada sobre él, pocos son los que saben dónde inicio todo, pero no lo dirán pues es tema tabú, el rey no tolera las viejas historias. Tarkán tierra de las grandes estepas, donde el calor a curtido a los “bárbaros” eso que, siguiendo el cliché, solo se dedican a guerrear, atacar, saquear, secuestrar, hacer la vida imposible a los “Lobos” con quienes desde siempre han tenido cuentas pendientes. En Alosna un resentido mago en un ataque de ira y venganza decide liberar a la antigua bestia, el dragón que por años ha estado dormido, sin embargo la criatura milenaria es imposible de controlar, salvaje y soberbia se vuelve contra el miserable mago que se atrevió a perturbar su sueño. Y es aquí donde comienzan los problemas y nuestra historia. Un dragón atemoriza a la tierra de los lobos, los “bárbaros” ven en éste su Dios de fuego, identificándolo como una señal para tomar camino rumbo a Brento hogar del rey lobo, y así tomar venganza por las viejas afrentas, sin importar que el invierno comienza, pese a su tradición de solo guerrear en verano el Dios ha hablado y no se puede ir contra sus designios. En Brento un rey alcohólico a causa de la desesperación de ver su estirpe muerta ve venir tiempos de guerra con la aparición de este dragón, envía a su hija a parlamentar con sus enemigos magos en Alosna. Estos aires de guerra hacen que el rey cambie, deja de tomar, recupera vitalidad y prepara todo para la gran batalla que seguramente será su última. La nota completa en http://contraelpromediomexicano.com/2013/11/24/fin-loba/