Como pequeñas ventanas iluminadas que dan a la más recóndita intimidad de su vida, los fulgurantes relatos que componen estas memorias de Abigail Thomas nos permiten descubrir el arco de su palpitante existencia. Su primer embarazo a los dieciocho años; ser madre soltera de tres niños con veintiséis; la volubilidad del deseo; las alegrías y frustraciones de tres matrimonios; una hermana perspicaz e indispensable para superar periodos difíciles; errores y lealtades, conmociones y aventuras, y mucho, muchísimo humor. Su tono, su frescura, su verdad nos inspiran confianza: hemos encontrado una nueva amiga, una escritora que cree en nuestra inteligencia, que ilumina tanto el quebrantamiento humano como la colosal fuerza del amor para convertirlos en un objeto de sorprendente belleza.