El día de San Martín aparecieron en el pueblo los carteles sobre Paride Rodolfi. Decían que no había desaparecido, que estaba vivo y gozaba de buena salud. El último cartel lo pegaron poco antes que llegase el comisario Soneri, y cuando se topó con él, todavía chorreaba cola. Así arranca esta aventura del comisario Soneri, quien decide retirarse unos días a Montelupo, población de los Apeninos, en busca del reencuentro con su infancia, la familia, los amigos y los largos paseos por el bosque. Pero pronto descubrirá que el tiempo ha desgastado los bellos recuerdos y que, lamentablemente, las gentes han cambiado.