Siete vidas tiene un progre. No hay más que verlo. En el largo camino que va desde los revolucionarios años sesenta a los albores del tercer milenio, los progres han renacido de sus cenizas una y otra vez.
Del modelo primigenio, con trenka, melena y barba, al espécimen de hoy, un antiglobalizador amante de la comida japonesa, se ha producido un verdadero milagro en la evolución y la adaptación al medio.
Antonio Pérez Henares ha escrito un libro divertido y ácido desde la simpatía y la complicidad. Nos cuenta con detalle las fases –huevo, larva, crisálida...– por las que debe pasar un progre para alcanzar su condición de "pata negra"; nos habla de sus deseos por un mundo mejor y de sus "ídolos" culturales; de los distintos tipos –ruralis, migratorius...– y sus peculiaridades; de las amistades recomendables y de las contraindicadas; de las reivindicaciones feministas, de los nuevos progres solidarios, de las resurgidas manifestaciones...
Un relato sin acritud, incluso con ternura, que sólo pretende animar a la izquierda política a reírse de sí misma como sabe hacerlo de los demás.