El ADN mitocondrial tiene una peculiaridad que le diferencia del resto del genoma: es heredado exclusivamente de nuestra madre con lo que las diferencias en su secuencia sólo se deben a las mutaciones. Esta característica hace que sea útil para estudiar las diferencias entre distintas poblaciones. En Las Siete Hijas de Eva, el autor, a través de sus investigaciones sobre el hombre de hielo, la familia real rusa o las poblaciones de neandertales, nos muestra que estudiando el ADN mitocondrial de individuos concretos podemos hacernos una idea de la población a la que pertenecen, así como de su relacción con otros grupos humanos, tanto actuales como antiguos. En este libro se explica de forma muy lógica como el el doctor Sykes empieza a investigar sobre la variabilidad del ADN mitocondrial. A la vez que va explicando sus descubrimientos en el laboratorio, podemos ver, sin apenas prestar atención, como funciona la investigación científica actualmente.