Senem es antropóloga forense y Darija, investigadora. En Bosnia-Herzegovina, un país traumatizado por las guerras de los Balcanes, una trabaja con los muertos, la otra con los vivos. Senem se ocupa de identificar huesos humanos encontrados en fosas comunes de décadas de antigüedad, mientras que Darija visita a familias de personas desaparecidas para escuchar sus historias y recolectar su ADN. Ambas se encargan de hacer hablar a los muertos para aportar justicia, reparación y consuelo a los vivos. Cuando Tervonen las conoce, ignora el alcance de las tareas que ocupan sus días. A lo largo de diez años, nos adentra en su intimidad, nos hace partícipes de su vertiginosa responsabilidad y el peso de sus deberes, de su compromiso y su desfallecimiento, así como de sus arrebatos de alegría.