La acción empieza ya en el capítulo uno con la llegada a casa del protagonista de Yolanda con la primera piedra. En ocasiones recuerda a Murakami cuando describe situaciones cotidianas de soledad, desamor y desempleo.
Las piedras contienen poemas del protagonista que sólo él y dos mujeres pueden ver y leer. Una de las dos mujeres es la esposa de su antiguo editor de Ediciones Auriga y esta coincidencia cambiará el devenir económico de Carlos, nuestro protagonista. Las dos mujeres mencionadas ven en sueños lugares que no conocen y en esos sitios están las siguientes piedras que deben buscar. Como nadie más puede ver nada en las piedras oscuras, los empiezan a tomar por trastornados y el editor Ildefonso, para preservar su buena imagen, pedirá a Carlos que investigue el tema y lo solucione. Comenzarán viajes a lugares como Escocia o Bélgica con descripciones muy buenas de los lugares que visitan, además de añadir cultura e invitarte a descubrir más por tu cuenta. Desde este momento se suceden asesinatos, nadie es quien aparenta ser realmente, mentiras y situaciones surrealistas que llevan a Carlos a pensar qué está pasando realmente y si no será toda una broma pesada.
Por otro lado, hay dos sectas que podrían estar implicadas y cuya investigación policial es complicada ya que se trata de personas muy poderosas. La familia de Carlos se verá salpicada por una red de intrigas y de asesinatos, pero podría ser una trampa y Carlos ya no sabe en quien confiar.
El libro te invita a reflexionar sobre la vida, las reencarnaciones y el motivo de la existencia. Me ha gustado el sentido de justicia de Carlos y como lucha por la verdad y el bien a pesar del peligro y de que no ha sabido buscarse bien la vida por sí mismo. El resto de personajes muestran en ocasiones ambigüedad moral y Max, el líder de la secta encarna la degradación humana y la maldad. Hay una crítica a la condición y facilidad de corrupción humana y egoísmo innato, además de cómo las personas con poder e influencia pueden salir impunes de las peores atrocidades.
Los diálogos son directos y claros, los personajes se ven bien reflejados en su psicología y personalidad y van evolucionando a lo largo del libro. La velocidad y el ritmo de la obra son rápidos y mantiene siempre la expectación en lo que influye que los capítulos sean cortos. La resolución del misterio de las piedras y los crímenes mantiene enganchado hasta el último momento, el suspense y la acción son trepidantes e incluso en el anexo final del libro donde el autor nos regala sus poemas podemos ver unos cuentos donde se aporta más información dando giros inesperados que hacen un final diferente. Todo está muy bien hilado en la historia, sin dejar nada al aire explicando el porqué de las piedras, por qué le sucede a Carlos, el motivo de que solo unos pocos puedan leer los poemas en ellas, el motivo de la existencia de las sectas y la resolución de los crímenes y de quienes son los miembros de la familia de Carlos.
En definitiva, un libro de misterio y magia muy original y recomendable. (Noemí Hernández, 21 de febrero de 2023)