Un testigo de Jehová recibe una transfusión de sangre. Ello produce desazón a su novia, desazón que le lleva a consultar con otros testigos de Jehová, quienes le abren los ojos sobre ciertas prácticas de la secta e incongruencias doctrinales. Por otro lado, en Venezuela su hermano es “precursor” de la secta. Pronuncia una homilía que es perfectamente lógica dentro de las creencias de los testigos de Jehová, pero que le indispone con sus superiores. Su mujer y él vuelven a Galicia y a partir de ahí, junto con otros miembros que han abandonado, organizan una protesta internacional usando las redes sociales. El final es abierto; lo que ha ocurrido a lo largo de todo el mundo obliga al Cuerpo Gobernante a prometer cambios que ya veremos si se realizan.