Me esperaba mucho más de este libro, en el que no hay tantos misterios ni tantos sucesos sobrenaturales como se nos dice al principio. Los personajes son demasiado promiscuos ( para tratarse de sacerdotes y de monjas) y no se me hacen demasiado creíbles. Además, la historia es densa y no demasiado amena. Lo único bueno es que, al final, el autor pone a cada uno en su sitio y lo entiendes todo. Sin embargo, me ha decepcionado bastante.

Siguen las aventuras y pesquisas de Gonzalo de Berceo en esta segunda novela, ambientada en Santiago de Compostela, con arzobispos corruptos, asesinos y gentuza a la que debe descubrir el protagonista. Muy interesante y bien ambientada.

Me ha gustado más que la anterior, me ha resultado más ligera y menos pomposa. Nuevamente Gonzalo de Berceo se ve envuelto en una aventura llena de misterios y crímenes, ambientada en el siglo XIII. Tiene un estilo muy adictivo. Y creo que hace buena recreación del siglo XIII en Santiago de Compostela, que se configura como un elemento esencial de la narración. Y con las apariciones de personajes históricos reales, bien traídos y engarzados en la historia, lo cual no es sencillo. Bueno, el mismo protagonista lo es, Gonzalo de Berceo, el maestro del mester de clerecía. En resumen, novela histórica (también "policiaca" y negra) entretenida, ágil, bien escrita, adictiva. Se lee muy bien y rápidamente, por la propia adicción que crea la historia y personajes. 7/10