Cuando Ed Wood recibió la extravagante condecoración de "Peor director de cine de todos los tiempos" poco después de su muerte, la imagen que el público tenía de su obra empezó a cambiar. Cada vez con mayor frecuencia, los cines artísticos comenzaron a proyectar las pocas copias de sus films que se podían encontrar, y la cantidad de devotos de su obra aumentó de forma considerable. Con la película que Tim Burton y Johnny Depp le dedicaron en 1994, Ed Wood se transformó definitivamente en un director de culto y en una figura eminente del cine norteamericano de clase B. Pero mientras estuvo con vida, el acceso al nirvana de la fama estuvo poblado de decepciones que lo arrojaron a lo más bajo del sueño hollywoodense. Si bien son célebres sus fracasos de taquilla y los sucesivos rechazos de críticos y productores, lo que no todos saben es que Wood inició una carrera de escritor para pagar el alquiler y comprar el alcohol necesario para olvidar por un rato sus problemas.