En este fascinante trabajo de crítica de las religiones, Harold Bloom examina una serie de credos originarios de Estados Unidos: pentecostalismo, mormonismo, adventistas del Séptimo Día, testigos de Jehová, bautistas y fundamentalistas del sur, y la espiritualidad afroamericana. Traza las particularidades de la religión en Estados Unidos al mismo tiempo que formula preguntas provocadoras en relación con el papel que desempeña ésta en la cultura estadounidense y con el concepto que tiene cada estadounidense de su vínculo con Dios.